La Reserva Federal ha decidido mantener inalteradas las tasas de interés en su nivel más elevado en 22 años, por segunda vez consecutiva. Simultáneamente, ha insinuado que el reciente incremento en los rendimientos de los bonos del Tesoro podría ejercer una presión negativa sobre la economía y la tasa de inflación.

El Comité Federal de Mercado Abierto del banco central de los Estados Unidos, en un comunicado emitido en Washington el miércoles, ha señalado que es probable que el endurecimiento de las condiciones financieras y de crédito para los hogares y las empresas tenga un impacto adverso en la actividad económica, la contratación de personal y la inflación. Esta declaración representa un cambio, ya que antes solo hacía referencia a las condiciones crediticias.

La decisión adoptada ha mantenido el rango objetivo para la tasa de referencia de los fondos federales sin cambios, situándose entre el 5.25% y el 5.5%. Este nivel es el más alto desde el año 2001 y es parte de una estrategia destinada a ralentizar el ritmo de incremento de las tasas, a medida que el banco central se acerca al final de su campaña de endurecimiento.

Tras el anuncio, tanto las acciones como los bonos han mantenido su tendencia alcista, de acuerdo a las expectativas del mercado. El índice S&P 500 ha superado los 4,200 puntos, impulsado principalmente por el rendimiento positivo del sector tecnológico. Además, el precio del petróleo también ha experimentado un aumento.