Mundo BeFX, 21 de febrero del 2025
Los mercados asiáticos cerraron con un desempeño mixto y un tono de cautela, mientras la incertidumbre por los aranceles comerciales de EE.UU. y las tasas de interés elevadas afectaron el sentimiento de los inversionistas. El índice Hang Seng de Hong Kong se disparó más de un 3%, impulsado por las acciones tecnológicas, mientras que los mercados japoneses se mantuvieron planos y los índices de China continental mostraron un desempeño moderado.
Las acciones de Alibaba en Hong Kong se dispararon un 8,5% tras reportar sólidos resultados del cuarto trimestre de 2023. El crecimiento de su división en la nube, impulsado por iniciativas en inteligencia artificial, y la confirmación de una asociación con Apple para integrar funciones de IA en los iPhones chinos impulsaron el optimismo. Además, la noticia de que el inversionista Ryan Cohen adquirió una participación de 1.000 millones de dólares en la compañía contribuyó al repunte de sus acciones.
En Japón, la inflación se aceleró en enero. El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 3,2% interanual, superando las expectativas del 3,1%, mientras que la inflación general alcanzó el 4,0%, impulsada por el fuerte aumento de los precios de los alimentos, incluido un alza de casi el triple en el precio del repollo. Estos datos refuerzan las expectativas de que el Banco de Japón endurecerá su política monetaria, aunque los rendimientos de los bonos japoneses cedieron luego de que el gobernador Kazuo Ueda prometiera abordar movimientos anormales en el mercado.
Por otro lado, Moody’s rebajó la calificación crediticia de Nissan Motor a nivel de «bono basura» (Ba1 desde Baa3) debido a una perspectiva débil y desafíos en su reestructuración. Mientras tanto, surgieron reportes de que un grupo japonés de alto nivel propuso a Tesla invertir en Nissan, luego de que fracasaran las negociaciones de fusión con Honda. La iniciativa buscaría aprovechar las plantas de Nissan en EE.UU., en un contexto de posibles aranceles estadounidenses al sector automotriz.
En los mercados de materias primas, el petróleo se estabilizó con el Brent en 76,45 dólares y el WTI en 72,44 dólares por barril, encaminándose a su mayor ganancia semanal desde principios de enero. JPMorgan destacó que la demanda mundial de crudo promedió 103,4 millones de barriles por día hasta mediados de febrero, mientras que persistieron interrupciones en el suministro debido a que el oleoducto del Caspio reportó una reducción del 30-40% en sus flujos tras un ataque con drones en Ucrania.
En Europa, el comisionado de Energía de la UE, Dan Jorgensen, anunció planes para aumentar las importaciones de gas desde EE.UU. y otros proveedores para reducir la dependencia del suministro ruso, al mismo tiempo que se acelera la transición hacia energías renovables. La medida se produce en un contexto de precios del gas en máximos de dos años y presión por posibles aranceles de la administración Trump.
El oro retrocedió desde sus máximos históricos, aunque se encaminó a su octava semana consecutiva de ganancias, respaldado por la incertidumbre comercial y la debilidad del dólar. El oro al contado se cotizaba en 2.925,06 dólares, mientras que los futuros cerraron en 2.941,49 dólares, con un alza semanal del 1,6%.
En el mercado de divisas, el euro se mantuvo estable en 1,049 dólares antes de las elecciones en Alemania este domingo, tras la ruptura de la coalición del canciller Olaf Scholz. Los mercados esperan las lecturas del PMI de febrero en la eurozona, Reino Unido y EE.UU., que podrían reflejar los primeros impactos de las amenazas arancelarias de Trump en la actividad empresarial.
El cobre se encaminó a pérdidas semanales, a pesar del entusiasmo generado por la inteligencia artificial. Los futuros en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cerraron en 9.522,80 dólares por tonelada, mientras que los contratos de marzo en EE.UU. bajaron a 4,5750 dólares por libra, con caídas del 1,9% en la semana debido a la desaceleración del repunte en China.
Por último, el yen japonés se debilitó a 150,35 unidades por dólar, pese a los sólidos datos de inflación. Las autoridades intentaron moderar las expectativas de un ajuste agresivo por parte del Banco de Japón. El ministro de Finanzas, Shunichi Kato, advirtió sobre el impacto del aumento en los rendimientos de los bonos en el gasto gubernamental, lo que enfrió la especulación sobre un alza inminente de tasas.