El Banco Central de Japón elevó su tasa de interés de corto plazo en 25 puntos base, llevándola a 0,75%, su nivel más alto desde 1995. La decisión estuvo en línea con lo esperado por el mercado, lo que explica la reacción acotada del yen, que de todas formas perdió terreno frente al dólar tras el anuncio. El par USD/JPY se mueve actualmente en torno a los 156,00, su nivel más alto desde el 12 de diciembre, mientras que el índice JP225 avanza un 0,85%.

En su comunicado, el Banco de Japón señaló que las tasas reales seguirán siendo “significativamente negativas”, agregando que las condiciones financieras favorables continuarán apoyando con fuerza la actividad económica.

Los datos de inflación a nivel nacional correspondientes a noviembre mostraron presiones persistentes sobre los precios, reforzando las expectativas de que el Banco de Japón mantendrá una normalización gradual de su política monetaria. En noviembre, el IPC subió un 3,0% interanual, en línea con las proyecciones del mercado y muy por sobre la meta del 2% del banco central. Este indicador excluye alimentos frescos, pero incluye energía, por lo que es clave para medir la inflación subyacente.

La decisión fue adoptada de manera unánime, aunque el comunicado dejó ver diferencias internas respecto a la dinámica inflacionaria. La entidad reiteró que seguirá subiendo las tasas si la economía y los precios evolucionan conforme a sus proyecciones.

El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa a las 7:30 horas, donde entregará más detalles sobre la decisión tomada.

En paralelo, la administración de Donald Trump inició una revisión para permitir la eventual venta de chips avanzados Nvidia H200 a China, con un esquema que contempla que el gobierno de EE.UU. reciba el 25% de los ingresos por ventas. La medida representa un giro relevante respecto a las restricciones de exportación previas y busca mantener la supremacía tecnológica estadounidense, reduciendo el incentivo de China para desarrollar chips propios.

En los mercados, los futuros anticipan una sesión positiva. Los contratos de índices europeos y estadounidenses registran alzas relevantes (DE40 +0,6%; US100 +0,28%).
Los metales preciosos muestran un desempeño mixto: el oro cae un 0,15%, mientras la plata retoma su impulso alcista.
En tanto, Bitcoin registra un rebote, con un avance del 1,66% en su cotización.