Los índices asiáticos cerraron mixtos antes de la apertura europea: el Nikkei 225 cayó un 0,36%, el Hang Seng subió un 0,25% y el Shanghai Composite retrocedió un 0,19%. Las tensiones en el sector de inteligencia artificial y la desaceleración económica en China siguen afectando el ánimo de los inversionistas.
Los futuros de índices en EE.UU. y Europa también operan a la baja previo al inicio de la sesión: el S&P 500 cae 0,9% y los futuros del Nasdaq retroceden 1,2%. El sentimiento es negativo luego de la fuerte alza del día anterior, con el mercado anticipando una jornada de mayor cautela.
Palantir superó las expectativas del mercado en su tercer trimestre de 2025, con ingresos por 1.180 millones de dólares (+63% interanual) y utilidades netas por 476 millones. La compañía elevó su proyección para el cuarto trimestre, atribuyendo el crecimiento a la alta demanda de su plataforma de IA y al aumento de 52% en ventas al sector gubernamental. Aun así, sus acciones retrocedieron más de 4% tras el cierre, lo que sugiere que los buenos resultados ya estaban internalizados en el precio.
El Banco de la Reserva de Australia mantuvo la tasa de interés en 3,6%, como se esperaba. La gobernadora Michele Bullock señaló que no se anticipan más recortes y que la inflación seguirá sobre la meta hasta la segunda mitad de 2026. Su tono, considerado levemente restrictivo, debilitó al dólar australiano.
En Japón, la ministra de Finanzas Satsuki Katayama advirtió sobre movimientos “unilaterales y violentos” del yen, afirmando que el gobierno seguirá de cerca el mercado cambiario. La moneda japonesa cayó a su nivel más bajo desde febrero, aunque una eventual intervención oficial podría frenar nuevas caídas.
China anunció subsidios energéticos para grandes centros de procesamiento de datos de IA como ByteDance, Alibaba y Tencent, reduciendo a la mitad sus costos eléctricos. La medida busca impulsar la industria local de chips frente a las restricciones de importación desde EE.UU.
En el mercado cambiario, el dólar se mantiene fuerte, con el índice DXY cerca de 99,7, su nivel más alto en tres meses. El yen es la moneda con mejor desempeño, mientras que las divisas de Australia y Nueva Zelanda lideran las caídas.
El oro retrocede 0,65% y cotiza alrededor de los 3.975 dólares la onza, pese a su tendencia alcista de largo plazo.
El crudo Brent baja 0,30% y se mantiene en torno a los 64,71 dólares por barril, aún bajo su media móvil de 50 días, lo que refuerza un sesgo bajista.
Las criptomonedas vuelven a ser las más golpeadas: el bitcoin cayó bajo los 105.000 dólares tras una fuerte ola vendedora ligada al hackeo de la plataforma DeFi Balancer. Ether perdió cerca de 9% en pocos minutos, aumentando la percepción de riesgo en el sector.